Primero que todo, no esperen ver un gran romance o una historia de salvación, porque cuando entren a la sala a ver Cloverfield, no van a tener nada de eso. Esta película es el retrato de la destrucción de New York por parte de un monstruo. Y logrando eso, Cloverfield es muy buena.
Todo ocurre mientras unos tipos están celebrando la despedida de otro tipo que se va a trabajar a Japón (a la empresa Slusho). Entonces, ocurre la hecatombe. El monstruo llega y deja todo vuelto mierda. Entocnes, el homenajeado y sus amigos tratan de huir, pero recibe una llamada de su chica, y corre a salvarla.
La historia es sencilla y básica, y afortunadamente es así, para no distraernos de lo realmente importante de la película: la destrucción de la ciudad. Es una puesta en escena realmente increible, con la cabeza de la estatua de la libertad volando, edificios cayendose, carros volando, entre otros.
El monstruo es sencillamente espectacular, agil, terrorífico. Me encantó. Y me pareció una muy buena decisión dejarlo muy misterioso durante el trailer, e incluso en gran parte de la película. Uno nunca logra hacerse una idea de cómo es el por completo.
Definitivamente este tipo de películas no son para todo el mundo. Gran parte de los espectadores a la sala donde estuve, mostraban caras de decepción. Pero tengamos en cuenta que estamos en Cali, una ciudad donde Rapido y Furioso es el ideal de todo joven.
Cloverfield se convierte en el reflejo de una época en la cual los contenidos de los medios de comunicación son generados por los usuarios. Estamos en una década donde las comunicaciones estan sufriendo revoluciones llevadas a cabo por los mismos receptores de los mensajes, quienes se convierten en emisores. en cloverfield se tuvo esto muy en cuenta en su campaña de marketing viral y en las personas que aparecen durante lo largo de la película registrando los sucesos con cámaras de celulares, cámaras digitales, entre otros.
Si les gusta quedarse un tiempo pegados a una pantalla viendo la destrucción de una ciudad, esta es su película. Es mi tipo de películas.
Todo ocurre mientras unos tipos están celebrando la despedida de otro tipo que se va a trabajar a Japón (a la empresa Slusho). Entonces, ocurre la hecatombe. El monstruo llega y deja todo vuelto mierda. Entocnes, el homenajeado y sus amigos tratan de huir, pero recibe una llamada de su chica, y corre a salvarla.
La historia es sencilla y básica, y afortunadamente es así, para no distraernos de lo realmente importante de la película: la destrucción de la ciudad. Es una puesta en escena realmente increible, con la cabeza de la estatua de la libertad volando, edificios cayendose, carros volando, entre otros.
El monstruo es sencillamente espectacular, agil, terrorífico. Me encantó. Y me pareció una muy buena decisión dejarlo muy misterioso durante el trailer, e incluso en gran parte de la película. Uno nunca logra hacerse una idea de cómo es el por completo.
Definitivamente este tipo de películas no son para todo el mundo. Gran parte de los espectadores a la sala donde estuve, mostraban caras de decepción. Pero tengamos en cuenta que estamos en Cali, una ciudad donde Rapido y Furioso es el ideal de todo joven.
Cloverfield se convierte en el reflejo de una época en la cual los contenidos de los medios de comunicación son generados por los usuarios. Estamos en una década donde las comunicaciones estan sufriendo revoluciones llevadas a cabo por los mismos receptores de los mensajes, quienes se convierten en emisores. en cloverfield se tuvo esto muy en cuenta en su campaña de marketing viral y en las personas que aparecen durante lo largo de la película registrando los sucesos con cámaras de celulares, cámaras digitales, entre otros.
Si les gusta quedarse un tiempo pegados a una pantalla viendo la destrucción de una ciudad, esta es su película. Es mi tipo de películas.
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