The Curious Case Of Benjamin Button

Nacer viejo y morir joven. No es una premisa nueva. Ya lo había dicho Quino cuando expresó que el ciclo de la vida debería comenzar muriendo, luego envejeciendo para superar ese trauma, después trabajar 40 años para seguir con la juventud y pasar los últimos 9 meses flotando en liquido amniotico para morir en un orgasmo.

Algo parecido sucede en The Curious Case Of Benjamin Button. Brad Pitt interpreta a Benjamin, un bebé nace viejo, con cataratas, arrugas, canas y todo tipo de símbolos de vejez. Es abandonado en un ancianato y ahi va "creciendo", hasta hacerse un poco más joven.

Ciertamente, Brad Pitt no es el mejor actor del mundo. Sin embargo, es preciso a la hora de escoger sus papeles. Y es que el tipo siemrpe sale en películas entretenidas, sea cual sea el género. Hasta Sr. Y Sra. Smith, siendo tan mala, resulta ser entretenida. En esta ocasión su interpretación es un poco atolondrada e inocente, y tal vez por eso es que la película ha sido comparada con Forrest Gump, y es que tienen al mismo guionista. Pero esto no es un impedimento para disfrutar de la película, y no la hace para nada predecible (teniendo en cuenta que los espectadores son lo suficientemente capaces de suponer que el tipo muere cuando llega a ser bebé).

Cate Blanchet acompaña la narración de la mayor parte del filme, y logra retratar a un personaje muy bien creado, al igual que el resto de los secundarios, quienes entran y salen de la vida de Benjamin con un muy buen ritmo, siendo esto una gracia de la obra. Es larga, con un paso lento, pero preciso para condensar la vida de una persona en 2 horas y media y dejarnos saborear cada etapa de la vida del personaje.

Aunque no es una vida que en términos generales pueda definir de impresionante (como si lo puede ser la de Forrest gump al haber conocido tantos presidentes y haber sido tan famoso), si esta llena de episodios muy bonitos, cargados de felicidad, nostalgia, amor y soledad. Y creo que, sumando todo esto, si se puede lograr una muy buena vida.

No es una película de domingo. The Curious Case Of Benjamin Button es una obra que se debe ver con calma y detenimiento, siguiendo el ritmo que nos indica, saboreando cada uno de los paisajes y escenarios, conociendo a todos los personajes, creciendo junto a Benjamin.